Para llegar a “El Cabrero” debemos recorrer la misma ruta que seguíamos para llegar a Las Casas del Castañar (Si partimos desde Plasencia, seguimos durante 15 kilómetros la N-110 hasta llegar al cruce. Tras 7 kilómetros llegamos a Casas del Castañar. 1,5 después de cruzar esta población nos encontramos con el Cabrero.). Debido a la corta distancia que separa a estos dos pueblos, en alguna ocasión pueda dar la sensación que es uno solo.
El origen del Cabrero como pueblo es relativamente reciente. Originalmente bajaban hasta esta zona, desde Piornal, los cabreros con sus rebaños. Su única pretensión era refugiarse de las inclemencias meteorológicas de la alta montaña en tiempo de nieves y heladas, aprovechando así, los pastos que descienden por la ladera. Las primeras chozas, que se denominaban las “casas del cabrero”, con el tiempo dieron paso a humildes viviendas de mampostería que en el siglo XIV fueron consideradas como barrio piornalego, del que no se independizaría hasta finales del siglo XVIII. Su historia es muy parecida al vecino pueblo de Barrado, si bien este último consiguió independizarse de Piornal un poco antes.
El pequeño promontorio sobre el que se sitúa realza la belleza de este pequeño municipio. Mantiene un gran parecido con los pueblos serranos vecinos, se distribuye en calles estrechas, tortuosas y en ocasiones laberínticas, adaptándose de forma eficaz a las enormes pendientes del relieve de la zona. En este lugar encontramos bonitos ejemplos de la arquitectura popular, donde se combinan las construcciones entramadas de sobresalientes solanas con aquellas realizadas en mampuesto como elemento constructivo fundamental.
Su edificio principal es la iglesia parroquial de San Miguel. Fue realizada en mampostería con refuerzos graníticos en el siglo XVIII, sobre los restos de un templo fechado en el Siglo XVI. Entre otras tallas, destaca en su interior, la dedicada a San Miguel, realizada en el siglo XVIII. (Se su interior se han aplicado recientes reformas).
No debemos dejar de visitar el museo del municipo. Una antigua casa construida en el siglo XV y que un vecino del pueblo, Gabino Clemente, muy ducho en el arte de la talla en madera, ha montado allá por el Cancho del Solanillo, zona de origen del pueblo. Ha llenado sus dependencias con todo tipo de objetos utilizados para labrar, secar castañas, elaborar vino, etc.... Suele enseñar la vivienda muy amablemente la señora Almudena que vive en la Plaza Mayor.
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